La sirena ( o Tenemos el capazo colgado en la puerta)
(Miquel Martí i Pol - Rafael Subirachs)traducción del catalán
Tenemos
el capazo colgando detrás de la puerta
y en las manos el surco
que deja la herramienta.
Pero las mañanas se eternizan
y desde
la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
Si
contamos con los dedos, nos sobra tiempo;
si contamos con dinero
nos falta trabajo.
Pero todavía nos toca vivir
y desde la
cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
No es
culpa vuestra, nos repite la gente,
estos tiempos son duros y todo
escasea.
Pero los años no se detienen
y desde la cama, con los
ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
Vendrán otros
tiempos si lo queremos todos juntos;
nunca hemos temido ni el
esfuerzo ni el trabajo,
y no importa si ya estamos bajo tierra
cuando nadie
desde la cama, con los ojos abiertos,
oiga como
toca la sirena.
Tenemos
el capazo colgando detrás de la puerta
y en las manos el surco que deja la herramienta.
Pero las mañanas se eternizan
y desde la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
Si contamos con los dedos, nos sobra tiempo;
si contamos con dinero nos falta trabajo.
Pero todavía nos toca vivir
y desde la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
No es culpa vuestra, nos repite la gente,
estos tiempos son duros y todo escasea.
Pero los años no se detienen
y desde la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
Vendrán otros tiempos si lo queremos todos juntos;
nunca hemos temido ni el esfuerzo ni el trabajo,
y no importa si ya estamos bajo tierra cuando nadie
desde la cama, con los ojos abiertos,
oiga como toca la sirena.
y en las manos el surco que deja la herramienta.
Pero las mañanas se eternizan
y desde la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
Si contamos con los dedos, nos sobra tiempo;
si contamos con dinero nos falta trabajo.
Pero todavía nos toca vivir
y desde la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
No es culpa vuestra, nos repite la gente,
estos tiempos son duros y todo escasea.
Pero los años no se detienen
y desde la cama, con los ojos abiertos,
oímos como toca la sirena.
Vendrán otros tiempos si lo queremos todos juntos;
nunca hemos temido ni el esfuerzo ni el trabajo,
y no importa si ya estamos bajo tierra cuando nadie
desde la cama, con los ojos abiertos,
oiga como toca la sirena.
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